Sismos en el sur de Kansas vinculados a la producción de petróleo y gas
Cuando los científicos compararon la línea de tiempo de la actividad sísmica con el programa de inyección de aguas residuales involucrado en el proceso de fracturación hidráulica, encontraron una fuerte correlación entre los dos, afirmó el Dr. Justin L. Rubinstein del U.S. Geological Survey, California, EE.UU.
Los sismógrafos han documentado un aumento significativo de los sismos en el sur de Kansas en los últimos cinco años, y las últimas investigaciones sugieren que la actividad de la industria del petróleo y el gas vinculada a la fracturación hidráulica es la culpable.
Antes de 2012, ningún sismo documentado de magnitud 4 o mayor sacudió el sur de Kansas. Entre 2012 y 2016, a medida que la actividad del petróleo y el gas aumentaron, los sismógrafos registraron seis de estos sismos.
Para comprender mejor el vínculo entre la actividad sísmica y la fracturación hidráulica, los investigadores del Servicio Geológico de EE.UU. analizaron 6,845 sismos que sacudieron los condados de Harper y Sumner, sede de la nueva ola de exploración de petróleo y gas.
La fracturación hidráulica implica la inyección de fluidos a alta presión en la roca profunda, más comúnmente de pizarra, para activar la liberación de petróleo y gas atrapado entre las capas de roca. A menudo, las aguas residuales de la actividad se tratan y luego se vuelven a inyectar en el suelo.
Si bien los investigadores dicen que los sismos no están relacionados específicamente con la fracturación hidráulica, la inyección de aguas residuales -una actividad posterior a la fracturación- puede estar relacionada con ella. Cuando los científicos compararon la línea de tiempo de la actividad sísmica con el programa de inyección de aguas residuales, encontraron una fuerte correlación entre los dos.
Sus datos mostraron que un aumento en la inyección de aguas residuales y de la actividad sísmica fue seguida por una disminución en ambos en 2015. Una caída en los precios del petróleo y el gas, combinada con nuevas regulaciones diseñadas para limitar las inyecciones de aguas residuales, probablemente precipitaron un descenso en la actividad de fracturación hidráulica, explicando la caída en la ocurrencia de sismos.
Aunque las inyecciones de aguas residuales han disminuido, los científicos dicen que es posible que los sismos puedan continuar en áreas donde la inyección de fluidos ha alterado la presión natural en el lecho rocoso subyacente.
Es difícil decir cuánto tiempo va a durar dado que lo que estamos viendo en Kansas es una tasa de inyección mucho más alta que en los lugares donde la sismicidad disminuyó rápidamente, y con muchos, muchos más pozos. Si detienen toda la inyección, el decaimiento aún podría llevar años, ya que ha habido un cambio dramático en la presión de campo regional, concluyó el Dr. Rubinstein.
Justin L. Rubinstein. The 2013–2016 Induced Earthquakes in Harper and Sumner Counties, Southern Kansas. Bulletin of the Seismological Society of America DOI: https://doi.org/10.1785/0120170209
Créditos: Calin Tatu / Shutterstock
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Antes de 2012, ningún sismo documentado de magnitud 4 o mayor sacudió el sur de Kansas. Entre 2012 y 2016, a medida que la actividad del petróleo y el gas aumentaron, los sismógrafos registraron seis de estos sismos.
Para comprender mejor el vínculo entre la actividad sísmica y la fracturación hidráulica, los investigadores del Servicio Geológico de EE.UU. analizaron 6,845 sismos que sacudieron los condados de Harper y Sumner, sede de la nueva ola de exploración de petróleo y gas.
La fracturación hidráulica implica la inyección de fluidos a alta presión en la roca profunda, más comúnmente de pizarra, para activar la liberación de petróleo y gas atrapado entre las capas de roca. A menudo, las aguas residuales de la actividad se tratan y luego se vuelven a inyectar en el suelo.
Si bien los investigadores dicen que los sismos no están relacionados específicamente con la fracturación hidráulica, la inyección de aguas residuales -una actividad posterior a la fracturación- puede estar relacionada con ella. Cuando los científicos compararon la línea de tiempo de la actividad sísmica con el programa de inyección de aguas residuales, encontraron una fuerte correlación entre los dos.
Sus datos mostraron que un aumento en la inyección de aguas residuales y de la actividad sísmica fue seguida por una disminución en ambos en 2015. Una caída en los precios del petróleo y el gas, combinada con nuevas regulaciones diseñadas para limitar las inyecciones de aguas residuales, probablemente precipitaron un descenso en la actividad de fracturación hidráulica, explicando la caída en la ocurrencia de sismos.
Aunque las inyecciones de aguas residuales han disminuido, los científicos dicen que es posible que los sismos puedan continuar en áreas donde la inyección de fluidos ha alterado la presión natural en el lecho rocoso subyacente.
Es difícil decir cuánto tiempo va a durar dado que lo que estamos viendo en Kansas es una tasa de inyección mucho más alta que en los lugares donde la sismicidad disminuyó rápidamente, y con muchos, muchos más pozos. Si detienen toda la inyección, el decaimiento aún podría llevar años, ya que ha habido un cambio dramático en la presión de campo regional, concluyó el Dr. Rubinstein.
Justin L. Rubinstein. The 2013–2016 Induced Earthquakes in Harper and Sumner Counties, Southern Kansas. Bulletin of the Seismological Society of America DOI: https://doi.org/10.1785/0120170209