Principios básicos de un levantamiento magnético
Un levantamiento magnético mide las características del campo magnético local de una región. La tecnología sólo detecta minerales que responden a los campos magnéticos. Por lo que, se utiliza principalmente para la exploración de minerales, pero también puede ser de utilidad para la exploración de carbón, petróleo y gas. Así, un levantamiento magnético proporciona a geofísicos, geólogos y gerentes de exploración con una imagen de la distribución de minerales por debajo de la superficie de una zona en particular, permitiéndoles detectar yacimientos de minerales específicos como hierro y diferentes tipos de rocas.
La Tierra es como un imán gigante en movimiento y su núcleo metálico fundido crea un campo magnético llamado magnetosfera que envuelve a la Tierra. Otros elementos tales como el hierro también crean sus propios campos magnéticos que interactúan con la magnetosfera de la Tierra. Los científicos han estudiado estas interacciones y saben que diferentes minerales tienen sus propias características magnéticas. Esto significa que un análisis de los campos magnéticos sobre el suelo local puede indicar la presencia de depósitos subterráneos de mineral. Los geofísicos miden campos magnéticos existentes mediante un magnetómetro. Un magnetómetro es una tecnología pasiva, lo que significa que sólo detecta los campos magnéticos que ya están allí.
Para una imagen magnética terrestre, un magnetómetro es colocado en un operador a través de un sistema de arnés y mochila. Desde el arnés se extiende hacia fuera un poste donde se detectan las mediciones del campo magnético. El operador registra continuamente los datos con el magnetómetro caminando a lo largo de una sucesión de líneas espaciadas por lo general entre cinco y cincuenta metros de distancia. Una vez que haya suficientes lecturas para cubrir el área de estudio, los datos son grabados y procesados por medio de software especializado. Datos magnéticos también se pueden recoger de forma aérea utilizando una avioneta o un helicóptero. En ambos casos las aeronaves llevan un magnetómetro aunado a una extensión de fibra de vidrio, en la parte frontal de la aeronave, como es el caso de los helicópteros, o la parte posterior, como es el caso de los aviones. La extensión de fibra de vidrio impide que el magnetómetro en la aeronave recoja la firma magnética del chasis de la aeronave. Las lecturas se toman cuando el avión se desplaza a lo largo de trayectorias de vuelo predeterminadas. Con este método de recolección de datos se obtiene una resolución espacial más baja que con la terrestre, pero cubre un área mucho más amplia por lo que más terreno puede ser mapeado.