Imagen sísmica
La imagen sísmica, a veces llamada "sismología de reflexión" es un método de exploración que estima las características sísmicas del subsuelo. Esta tecnología mide las ondas de energía acústica reflejadas, y se utiliza sobre todo para la exploración de carbón, petróleo y gas, y geotermia. Las imágenes sísmicas ofrecen a los geofísicos y geólogos un método de mapeo de estructuras de formaciones rocosas que podrían contener minerales, hidrocarburos o indicios de actividad geotérmica.
La corteza superior de la Tierra está compuesta de varias capas de rocas y minerales que tienen diferentes propiedades tales como dureza, densidad y porosidad. La colocación y orientación de estas capas dan pistas sobre la probabilidad de encontrar minerales, hidrocarburos o rocas a altas temperaturas. Los cambios en las propiedades entre diferentes rocas pueden causar la reflexión y/o refracción de las ondas de sonido.
La imagen sísmica funciona al enviar ondas de energía acústica, creadas a partir de una fuente de sonido, a través de estas capas y después grabando el tiempo que toma una onda reflectada en ser recibida por un micrófono. Estos datos permiten determinar donde cambian las propiedades de las rocas, ayudando así a encontrar los depósitos de petróleo y gas.
Típicamente, hay dos métodos para producir las ondas sonoras de origen. Una es mediante el uso de un vibroseis, y otra es por medio de una explosión. Un vibroseis, es un gran ariete hidráulico que está montado en un camión especial. El operador del camión se detiene en un lugar donde se requiere generar una señal y utiliza el Vibroseis para vibrar el suelo, creando una serie de ondas sísmicas. Micrófonos, llamados geófonos, que han sido especialmente colocados en una matriz alrededor de la zona de estudio recogen las ondas sonoras reflejadas y graban los datos en un medio digital para su análisis posterior. En algunas ocasiones, en lugar de utilizar un vibroseis para crear la onda sísmica, se utiliza un explosivo como dinamita, colocándola debajo de la tierra en barrenos de poca profundidad. Cuando se hacen detonar los explosivos una onda de choque acústico se desplaza por el suelo y se detecta por una serie de geófonos que han sido previamente colocados.
Dado que los científicos saben cuánto tiempo se necesita para que las ondas sonoras desciendan y regresen a la superficie dependiendo del tipo de roca y mineral, una cuidadosa interpretación de los datos sísmicos proporcionan gráficas de secciones transversales y tridimensionales detalladas del subsuelo del área estudiada.
La corteza superior de la Tierra está compuesta de varias capas de rocas y minerales que tienen diferentes propiedades tales como dureza, densidad y porosidad. La colocación y orientación de estas capas dan pistas sobre la probabilidad de encontrar minerales, hidrocarburos o rocas a altas temperaturas. Los cambios en las propiedades entre diferentes rocas pueden causar la reflexión y/o refracción de las ondas de sonido.
La imagen sísmica funciona al enviar ondas de energía acústica, creadas a partir de una fuente de sonido, a través de estas capas y después grabando el tiempo que toma una onda reflectada en ser recibida por un micrófono. Estos datos permiten determinar donde cambian las propiedades de las rocas, ayudando así a encontrar los depósitos de petróleo y gas.
Típicamente, hay dos métodos para producir las ondas sonoras de origen. Una es mediante el uso de un vibroseis, y otra es por medio de una explosión. Un vibroseis, es un gran ariete hidráulico que está montado en un camión especial. El operador del camión se detiene en un lugar donde se requiere generar una señal y utiliza el Vibroseis para vibrar el suelo, creando una serie de ondas sísmicas. Micrófonos, llamados geófonos, que han sido especialmente colocados en una matriz alrededor de la zona de estudio recogen las ondas sonoras reflejadas y graban los datos en un medio digital para su análisis posterior. En algunas ocasiones, en lugar de utilizar un vibroseis para crear la onda sísmica, se utiliza un explosivo como dinamita, colocándola debajo de la tierra en barrenos de poca profundidad. Cuando se hacen detonar los explosivos una onda de choque acústico se desplaza por el suelo y se detecta por una serie de geófonos que han sido previamente colocados.
Dado que los científicos saben cuánto tiempo se necesita para que las ondas sonoras desciendan y regresen a la superficie dependiendo del tipo de roca y mineral, una cuidadosa interpretación de los datos sísmicos proporcionan gráficas de secciones transversales y tridimensionales detalladas del subsuelo del área estudiada.