El Campo Magnético de la Tierra
El campo magnético terrestre, también conocido como campo geomagnético, es el campo magnético que se extiende desde el interior de la Tierra hasta su confluencia con el viento solar (corriente de partículas cargadas que emanan del Sol). Su magnitud en la superficie de la Tierra se extiende de 25 a 65 microteslas. En términos sencillos, es el campo de un dipolo magnético con un ángulo de inclinación de aproximadamente 10 grados con respecto al eje de rotación de la Tierra.
El campo magnético de la Tierra cambia con el tiempo, ya que es generado por un geodinamo. Los polos magnéticos norte y sur se desplazan ampliamente, pero con la suficiente lentitud para que las brújulas ordinarias sigan siendo útiles para la navegación. Sin embargo, a intervalos irregulares, con un promedio de varios cientos de miles de años, se invierte el campo magnético terrestre y los polos norte y sur magnéticos cambian bruscamente de lugar. Tales reversiones de los polos geomagnéticos, dejan un registro en las rocas que son de un gran valor para el paleomagnetismo en el cálculo de los campos geomagnéticos del pasado. A su vez, esta información, es útil en el estudio del movimiento de los continentes y el fondo oceánico dentro del proceso de la tectónica de placas.
La magnetosfera es la región por encima de la ionosfera y se extiende a varias decenas de miles de kilómetros en el espacio, resguardando a la Tierra de las partículas cargadas del viento solar y los rayos cósmicos, que de otra forma, eliminarían la atmósfera superior, incluyendo la capa de ozono que protege a la Tierra de la radiación ultravioleta nociva.
El campo magnético de la Tierra cambia con el tiempo, ya que es generado por un geodinamo. Los polos magnéticos norte y sur se desplazan ampliamente, pero con la suficiente lentitud para que las brújulas ordinarias sigan siendo útiles para la navegación. Sin embargo, a intervalos irregulares, con un promedio de varios cientos de miles de años, se invierte el campo magnético terrestre y los polos norte y sur magnéticos cambian bruscamente de lugar. Tales reversiones de los polos geomagnéticos, dejan un registro en las rocas que son de un gran valor para el paleomagnetismo en el cálculo de los campos geomagnéticos del pasado. A su vez, esta información, es útil en el estudio del movimiento de los continentes y el fondo oceánico dentro del proceso de la tectónica de placas.
La magnetosfera es la región por encima de la ionosfera y se extiende a varias decenas de miles de kilómetros en el espacio, resguardando a la Tierra de las partículas cargadas del viento solar y los rayos cósmicos, que de otra forma, eliminarían la atmósfera superior, incluyendo la capa de ozono que protege a la Tierra de la radiación ultravioleta nociva.